Exposición permanente en el Hotel Rural El Perdigón
Archive for the ‘Uncategorized’ Category
Captura de pantalla
In Uncategorized on marzo 19, 2013 at 3:59 pmViejos dibujos
In Uncategorized on marzo 5, 2013 at 4:09 pm
Experimentación con imágenes reales, lápices carbón, papel…
FRÍO EN EL CUERPO
In Uncategorized on febrero 13, 2013 at 10:23 pmUN DIA DE FRIO
A colación, un artículo publicado hace once años releído y consensuado ahora, que sufrimos las consecuencias del frío físico y moral de una enseñanza politizada y blandengue , incapaz de domeñar el ámbito educacional. ¡Cuántos han accedido a los claustros vía oposiciones pasadas por agua (sólo por méritos) o por amiguismo en el ámbito universitario!
Jesús Masana Monistirol
(El Corrreo de Zamora, martes, 4 de Febrero de 1992)
Este invierno es de los que marcan época por lo frío y porque
nos ha pillado en plena campaña de recopilación de papeles por
mor de los traslados y el acceso a cátedra, vía méritos
personales, cursillos y antigüedad en el cuerpo o en el último
destino.
Eso de valorar los pelajes académicos es muy delicado, porque
hay profesores que han realizado cursillos en el año «catapum»,
en que no se contabilizaban las horas, pero ahora resulta que hay que
especificar las horas de todo curso o cursillo y los organismos
que en su día los convocaron se las ven y se las desean para
calcular, redondear y emitir o no su cuantificación certificada,
no siendo ésta siempre justa si se tienen en cuentan los
comentarios que por ahí circulan. La justicia es realmente ciega
y no es capaz de percibir y calibrar no ya estas cualidades sino
otras de toda índole que el sufrido profesor atesora, no tan sólo
en un cursillo, sino en cada minuto del día y más si éste se
presenta frío, gélido, en el aula, en los pasillos, en la sala
de profesores, en el instituto todo.
Hoy es uno de esos días excepcionales -hay que decirlo- en
los que la calefacción ha dejado de funcionar. Es un día a tener
en cuenta para una imaginaria hoja de méritos especiales que
debería sumarse a las otras de los cursillos oficiales; bueno, y
los días en que los radiadores emanan un insoportable calor,
esos, deberían también tenerse en cuenta, aunque, personalmente,
los valoraría a la mitad comparados con el día que frío.
El caso es que en el posible certificado por este día de sufrimiento
antártico sólo podrían ser contabilizadas, en la mayoría de los
casos, tres horas, las que el personal discente aguantó en las
aulas… Luego, se esfumó en su mayoría; los profesores, sin
alumnos, se quedaron desconcertados, sin aliciente ni motivación
y desfilaron, siguiendo sus apresurados y ruidosos pasos hacia la
más gélida calle.
¿Por qué no se prolongó el horario lectivo más allá de esas
tres horas? Sencillamente, Dirección, pasando por encima de sus
propios intereses, despreciando la posibilidad de almacenar todas
la horas de ese lunes de frialdad para un merecido reconocimiento
oficial, optó por convocar maternalmente a los delegados y
hacerles ver lo frío del ambiente y la posibilidad que teñían de
tomar una «decisión responsable» por si sus juveniles cuerpos y
los de sus compañeros, a los que representaban, no fueran capaces
de aguantar la inclemencia del tiempo hasta las diez menos cuarto
de la noche.
En la cuarta hora lectiva, con el instituto casi vacío, el
aula número cinco vio aparecer siete alumnos y al profesor,
también; uno de aquellos estuvo trabajando con los brazos
arremangados -los hay atrevidos-.
Ni el calor ni el frío ni nada que se interponga a un mínimo
esfuerzo y autocontrol que potencie las esferas operativas,
educacionalmente hablando, pueden por sí solos, de momento,
mover a nuestros alumnos ni a otras personas que ya no lo son,
para hacer que la enseñanza funcione normalmente, ni que el
recinto didáctico se llene con profesores y alumnos aplicados a
una educación para la vida, que pide un poco más de esfuerzo a
cuatro bandas -alumnos, profesores, sociedad y gobierno- de
ese tablero de juego que se llama aula y que casi se calienta
(físicamente) con el calor animal…
Oficialmente, lo que cuenta son los méritos fácilmente
computables, es decir, las horas de cursos y cursillos, porque ni el frío, ni el calor, ni el esforzado trabajo diario -siempre extraordinario-, ni los ejemplos y sabios consejos, son mensurables en estos menesteres
burocráticamente necesarios a la hora de cambiar de instituto,
para acceder a un cuerpo superior en la enseñanza, para potenciar
las facultades de nuestros alumnos y para mejorar su demacrada y
helada faz.
URGE UNA LEY DE HUELGA
In Uncategorized on febrero 8, 2013 at 10:18 pmLa huelga de los estudiantes, recién ocurrida en estas fechas, me
Ha recordado unas ideas pergeñadas hace más de veinte años, cuando
estaba al pie del cañón educativo.
(«El Correo de Zamora», miércoles 18 de Diciembre de 1991).
Jesús Masana Monistirol.
Por lo manido del asunto uno tiene la impresión que es
poco menos que predicar en el desierto mostrar la propia opinión
sobre el asunto, pero no deja de ser interesante
decir algo, aunque las ideas se repitan con relación a
pretéritos escritos. Mas la verdad, la parte de verdad
-si ésta es susceptible de fraccionamiento- que me toca vivir,
me hacen retomar el cálamo para estas lides más
generalizadas, cuales son escribir en unos papeles
públicos, que las cotidianas de humilde docente en un
instituto «de prestado». «Motivos para hacer una huelga
(léase: no ejercer las labores docentes) los hay y
abundantísimos», se ha escuchado en la etapa previa a la
adhesión a aquélla, como si se quisiera buscar una
excusa. Porque las cosas se deben hacer
justificadamente… El porqué de esta huelga hay que
buscarlo en ese «montón» de injusticias en las que los
profesores estamos inmersos, como son los «baremos», los
sistemas de retribución, el «favoritismo» que aflora en
determinadas normas, en la incapacidad de solucionar por
medio del diálogo tales cuestiones. ¿Son ineptos los
interlocutores o están incapacitados ya desde un
principio? Yo creo que es lo último. Gobierno y
sindicatos (éstos últimos suelen presentar la solución-huelga
para todo lo que no consiguen con la palabra) son tal
para cual y beben de las mismas fuentes. Los que están en
el Gobierno han hecho antes huelgas por los mismos
motivos por que las hacen ahora los que no lo están y que
van a estar en el Gobierno tal vez dentro de poco; los
primeros saben que propician huelgas actuando de una
determinada manera y no pueden dejar de actuar así; los
segundos siguen el juego; éstos y aquéllos son los que
piden la huelga. Se trata sin duda de una incapacidad
visceral de poder soslayar las huelgas. Pero ¡qué
digo!.. Estoy considerando la huelga como algo malo,
espantoso, y tal vez es buena y muy conveniente para el
desarrollo del estamento educativo, es como el
«gusanillo» que lo desentumece, como un calambre en la
pierna que te avisa que tienes ese apéndice andante
dormido por estar en una mala postura… Me quieren
acostumbrar a pensar que la huelga docente es algo
connatural con la propia esencia del maestro-profesor,
que es algo muy educativo y bueno. Yo me resisto una y
otra vez: Estar‚ también yo, incapacitado para asumir
tales razones evidentes…
Mi indudable ignorancia en eso de las huelgas en las
que se mezclan los intereses-derechos de unos y los
derechos-derechos de otros, entre la prepotencia de unos
y la indefensión de otros, me hace inclinar por el
segundo aspecto sin que ello niegue que el mal existe en
la distribución de los cargos, de los destinos, de las
«condecoraciones». Opino, creo, que los alumnos son los
que sufren las consecuencias negativas y por eso abogo
por la capacitación de los interlocutores que gestan la
huelga, por un cambio de mentalidad sin la que la huelga
del profesorado será el pan de la cartilla (escolar), al
menos una vez al año… Tal vez la huelga no es tan buena
como aparece a la vista…(simple).
LA GASOLINA
In Uncategorized on enero 27, 2011 at 11:43 amHAY MÚLTIPLES FORMAS DE AHORRO DE GASOLINA; EN ESTA ENTRADA SE DAN UNA SERIE DE CONSEJOS.
FELIZ NAVIDAD
In Uncategorized on diciembre 19, 2010 at 2:34 pmPara todo el mundo de buena voluntad.