EDUCAR EN ESPAÑA

LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA– JESÚS MASANA MONISTIROL

 La educación, ¿qué es la educación?

Para el partido socialista es un adiestramiento, una iniciación.

Etimológicamente viene de dos  palabras latinas, ducere, conducir y educere, sacar, extraer. El que conduce debe conocer el camino, el que extrae algo de algún lugar, debe ser también un experto, un buen “extractor”. Hasta hace poco estas condiciones eran las que definían a un buen maestro -esa persona que tiene la misión de educar a nuestros hijos- y los que primordialmente ostentan esta condición son los padres.

El adiestramiento de un animal se basa en la repetición de actos y en el premio si la consecución de los mismos es la adecuada; no se le exige que sepa el por qué ni el como, sólo que repita lo aprendido.

Para estos nuevos maestros, emuladores de Franquestein, los hijos de hoy son el semillero de una futura sociedad laicista que usa la libertad con la única cortapisa del marco de la ley, excluyendo toda referencia a los valores absolutos del bien y del mal. Si la ley estuviera dictada según todos sus requisitos, incluidos los éticos y morales, estaríamos de acuerdo, pero cuántas veces nuestros legisladores están ahítos de prepotencia, nadan en el caldo -falsamente complaciente- que emana del Gobierno, manipulan y relativizan, miran a otra parte y justifican lo que no es la Verdad, porque ellos crean la verdad…

Para el Ministerio de Educación Nuestros hijos son animales a los que hay que adiestrar para repoblar una “ciudadanía” de nuevo cuño, sin rastro de la ñoñez del pasado, lleno éste de referencias a la trascendencia, al bien, la verdad, la autoridad, la religión, etc.

Estos pobres hijos-animales  están siendo adiestrados a saltar por encima del obstáculo ancestral de sus creencias -que son las que han aprendido en su casa-; por encima de la Constitución Española,  premiados con el aprobado, si asimilan los contenidos de la misma o fustigados con el látigo del suspenso, que puede suponer no promocionar o no titular.

¿Qué pasa con la asignatura de Religión? Cursada por un 70 u 80 por ciento de alumnos, está siendo desde hace tiempo menospreciada y relegada, al no ser ni obligatoria ni evaluable, como lo es de  su “sustituta”, la asignatura EpC.

 Aquí no vale eso de que en democracia la mayoría tiene ciertos derechos, ni que éstos sean avalados por la Declaración de los Derechos Humanos de la Naciones Unidas -“Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a los hijos”-,  ni por la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, de 2000 –“…el derecho de los padres a garantizar la educación y la enseñanza de sus hijos conforme a sus convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas”-; lo que cuenta para este gobierno es su afán de cambiar la estructura de la sociedad desde sus raíces, desde la educación de nuestros hijos.

El derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban formación religiosa y moral, conforme a sus propias convicciones,  ha sido robado por el Estado que, mediante un nuevo modelo de maestro, adoctrinado en campamentos especiales habilitados al efecto –con el dinero de todos-, nos ha metido a todos en un sistema educativo constreñido, direccionista y totalitario ( acordémonos de la asignatura denostada y no sin razón por ellos mismos en una época dictatorial :“Formación del Espíritu Nacional”).

El talante conciliador, el diálogo, la tolerancia, han sido el señuelo para captar votos y una falacia, cuando los contenidos de la asignatura de Educación para la ciudadanía no han sido negociados por el Ministerio de Educación con toda la comunidad educativa sino sólo en la zona afín al PSOE.

Únicamente el diez por ciento del contenido de la programación de EpC está relacionado con principios constitucionales y realmente cívicos; el resto es pura y llanamente adoctrinamiento laicista, basado en un cambio de mentalidad, en temas como la identidad sexual, el aborto, la familia, la clonación, la eutanasia, contrario al concepto de   educación que muchos, muchísimos padres tenemos. Nuestros derechos están siendo conculcados.

Se impone la Objeción de Conciencia por nuestra parte, cuando el hijo es menor de 16 años, o por éste si los ha cumplido.

En Zamora, como en tantos lugares de España, ya hemos comenzado a presentar Objeciones de Conciencia a la obligatoriedad de la asignatura Educación para la Ciudadanía. . Continuaremos en esta misma línea, a pesar de las amenazas del Ministerio, porque creemos que somos nosotros, los padres, los auténticos educadores de nuestros hijos, en  temas tan importantes que  Papá Estado quiere arrebatar para crear una sociedad que le perpetúe en el poder y, de paso, sea destruido  lo que tanto ha costado crear, como es la cultura occidental, basada en el concepto del bien, de la verdad y de la justicia para todos.